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Catalogo de Terapias Alternativas y Complementarias.

martes, 29 de enero de 2013

Elemento Agua - Svadisthana, Segundo Chakra

Si en el primer chakra sentíamos hambre y desde ahí nos encaminábamos a la supervivencia, en el segundo sentimos sed, encaminándonos hacia lo espiriual. Esta sed está vinculada con el agua, elemento del segundo vórtice. De hecho, el lugar en el que está ubicado este centro, la pelvis ha sido comparado muchas veces de forma metafórica con un estanque, pues el segundo chakra es una fuente de energía sexual y de creatividad. Sólo cuando la persona se pone en contacto con su creatividad se ve invadida por la sed espiritual, puesto que empieza a preguntarse: ¿quién soy yo?.

El agua está relacionada con la emoción, el inconsciente, la transformación y por tanto el lado femenino del cerebro, el hemisferio derecho. En realidad, es el centro que regula los líquidos del cuerpo a través del sistema circulatorio y la vejiga. Svadisthana se relaciona con la Luna, representada en su mándala  que es el principio femenino por excelencia. Este chakra supone subir un escalón más en nuestra evolución; pasamos de la supervivencia al placer, es decir, de lo más básico a encontrar el sentido de la vida, a aquello que hace  que la vida merezca ser vivida.

Pero también nos hace una advertencia, algo que está simbolizado en su mándala  En la luna creciente azul clara del mándala hay un caimán con cola de pez que se enrosca como la serpiente Kundalini. Esta extraña criatura representa las pasiones y deseos sexuales, que pueden convertirse en peligrosos (como el caimán) si son ignorados o reprimidos.

lunes, 28 de enero de 2013

El Fuego de Hogar - Manitura, Tercer Chakra

Estrechamente relacionada con el Sol, entendemos que el elemento del chakra Manipura sea el fuego, símbolo del espíritu, de la vida, del poder.
El fuego calienta , arropa, une... En la antigua Grecia estaba estrechamente relacionado con el hogar. Su diosa vinculada era Hestia, y en su templo, como en todos los hogares, su fuego siempre debía estar encendido. Las polis griegas se fundaban a partir del templo de esta diosa. Se tomaba una antorcha de este fuego primigenio y se formaba un camino de antorchas que se iban encendiendo con el fuego original hasta que éste llegaba a nueva polis. Cuando la hija de una familia se casaba y formaba un nuevo hogar, se tomaba asimismo una antorcha del fuego materno que procedía del templo de Hestia. De esta manera, todos los griegos estaban interconectados a través del fuego, que es el símbolo del espíritu.
De la misma forma, desde Manipura creamos lazos con las otras personas; nuestro espíritu se interconecta con todo y con todos desde nuestro fuego primigenio individual.
Pero el fuego, que es total, como todos los elementos, y no dual, tiene también la capacidad de destruir, de devastar, de quemar. Cuando el poder se identifica con el ego y no con el espíritu, los lazos de unión con los otros no se desarrollan a partir de la Hestia interna, es decir de la igualdad, sino de la dominación o el servilismo. Por tanto, son tan destructivos como un incendio o un volcán en erupción.
Pero la lección más importante del tercer chakra y de su elemento, el fuego es su capacidad de transmutación. El mítico símbolo universal de este proceso es el ave fénix, el pájaro que, llegado a un punto culminante de su evolución, se autodrestruía quemándose para renacer de sus cenizas. los ritos sagrados de los pueblos más ancestrales incorporaban el fuego en este sentido: celtas, druidas, vikingos, griegos, romanos, egiptos.

Manipura es el lugar donde se realiza una gran transformación, donde los tres primeros chakras, se el trabajo estuvo bien realizado, hallarán su culminación. Ascender desde este punto implica traspasar el diafragma. Si lo hacemos, todo un ciclo se estará cumpliendo, porque se ha pasa del mundo material al mundo espiritual.